Ámbar


ÁMBAR

 

El Ámbar es resina de árbol solidificada y fosilizada, puede llegar a tener más de 40 millones de años de antigüedad. Tiene intensas conexiones con la tierra y es una piedra que asienta las energías superiores.

 

Es una poderosa sanadora y limpiadora que aleja las enfermedades del cuerpo y favorece la regeneración de los tejidos. También limpia el entorno y los chakras.

 

Absorbe las energías negativas y las transmuta en fuerzas positivas que estimulan la autosanación corporal. Es una poderosa protectora

 

Aporta estabilidad a la vida, pero también motiva, vinculando el objeto de deseo con el impulso para conseguirlo. Sus cálidas y brillantes energías se traducen en una actitud solar y espontanea, que sin embargo respeta la tradición. Puede ayudar a contrarrestar tendencias depresivas.

 

Mentalmente, el Ámbar estimula el intelecto, despeja la tristeza y favorece un estado mental positivo, además de la expresión creativa. Aporta equilibrio y paciencia y favorece la toma de decisiones, siendo de ayuda para la memoria.

 

Su flexibilidad disuelve la oposición. Emocionalmente, el ámbar favorece la paz y desarrolla la confianza. Espiritualmente el Ámbar promueve el altruismo y aporta sabiduría.

 

Es un poderoso limpiador y sanador de los chakras. Tiene el poder de expulsar la enfermedad corporal. Absorbiendo y quitando el dolor y la energía negativa, el Ámbar ayuda al cuerpo a reequilibrase y curarse; también alivia el estrés.

 

Alivia los problemas y dolores de articulaciones. Puede estimular y purgar el chakra del plexo solar y ayudar a asentar las energías corporales.

 

Llévalo puesto durante largos periodos, especialmente en la muñeca o garganta o sitúalo en el lugar apropiado. Para bebés es muy bueno en la época de crecimiento de los dientes ya que alivia muchísimo el dolor